¿Son las turbulencias peligrosas para el avión?

La palabra “TURBULENCIA”, Para quienes tienen miedo a volar suele disparar una serie de pensamientos catastróficos. Muchos imaginan que el avión va a perder el control, caer en picada o que algo grave ocurrirá. Como coach ontológico y especialista en factores humanos de la aviación, desde mi experiencia en mantenimiento y seguridad operativa de aeronaves, puedo asegurarte algo: las turbulencias no son sinónimo de peligros.

MIEDO A VOLARSEGURIDAD AEREA EXPLICADA

Ing. Néstor Mareso

7/15/202512 min read

Las turbulencias y el vuelo seguro
Las turbulencias y el vuelo seguro

¿Sabías que las turbulencias son normales y que los aviones están diseñados para soportarlas sin problemas?

Hoy voy a contarte un poco desde mi experiencia de que se tratan realmente las turbulencias, cómo se comportan los aviones ante ellas y por qué no representan una amenaza para la seguridad del vuelo. Mi intención es ayudarte a desactivar uno de los miedos más comunes entre los pasajeros y brindarte herramientas reales para volar con más confianza.

Te voy a explicar por qué las turbulencias son algo cotidiano y ellas en si carecen de peligro. Es momento de que tomes las riendas de tu vida y puedas recuperar la tranquilidad cuando aparece ese temblor en el aire.

¿Qué son las turbulencias?

Te diste cuenta que cuando pensamos en nuestros miedos automáticamente nos remitimos a circunstancias que experimentamos en el pasado. Por ejemplo, cuando nos referimos a turbulencia, lo hacemos pensando en una vida turbulenta y las consecuencias negativas que ella trae. Fracasos, divorcios, quiebras financieras o hasta la muerte de un ser querido...

Esta idea la llevamos dentro nuestro, pero para ser realista y hablar con sinceridad, la turbulencia es, simplemente, un cambio en la velocidad o dirección del aire por el que vuela un avión. Es como si el avión atravesara una “calle de aire” con pozos o remolinos, algo totalmente natural en la atmósfera. Lo más similar es pasar de una autopista a una calle de empedrado con el auto, automáticamente surgen las vibraciones, los ruidos y esa sensación que nuestro auto se va a desarmar.

Hay distintos tipos de turbulencias en al aire:

  • Turbulencia por convección térmica: generada por corrientes ascendentes y descendentes de aire caliente. Estas mismas que utilizan los planeadores para ascender en el aire en pleno vuelo sin necesidad de un motor.

  • Turbulencia mecánica: producida por obstáculos como montañas o edificios que alteran el flujo del viento. Esta es significativa por ejemplo al cruzar la cordillera de los Andes, donde la aprovechan los cóndores para elevarse sin mover casi sus alas, solo usando el viento que genera corrientes de aire.

  • Turbulencia de estela: causada por otro avión que dejó una especie de "camino" de aire turbulento detrás. Te fijaste que los días con mucha humedad o poca niebla se ven estos "vórtices" en las puntas de las alas de los aviones, igual que cuando sumergís tus cuchara en la sopa y creas un remolino.

  • Turbulencia en aire claro (CAT): una de las más impredecibles, ocurre en cielos despejados y no se ve venir fácilmente. Estas son quizás las que no podemos prevenir, pero con la ayuda de sensores cercanos a los aeropuertos se minimiza su riesgo al obtener alertas tempranas de su creación.

Todos estos tipos de turbulencia van a mover el avión, para el piloto será como manejar en una ruta con baches: molesto si, porque no podrás tomar ni un vaso de agua, pero para nada peligroso.

Por qué los aviones están diseñados para soportarlas

Notaste que cuando hablamos de las turbulencias siempre hacemos referencia al aire y el viento. Ciertamente son las causas más probables de generación de este fenómeno y a nivel de tierra tenemos un ejemplo muy claro de lo que vamos a desarrollar ahora, como enfrentar y soportar una turbulencia.

Viste las acciones de huracanes al llegar a la tierra, poderosos y peligrosos por el daño que pueden causar y ciertamente los aviones se alejan de ellos, pero en tierra cuanto mas duros y resistentes parecemos el daño es mayor. Después de la tormenta vas a ver que hay muchos árboles caídos y derribados por los vientos, salvo las palmeras, que son flexibles y se dejan llevar por los azotes y vendavales.

Todas las aeronaves llevan dentro ese secreto, y los comerciales se diseñan para resistir condiciones mucho más extremas que cualquier turbulencia real. Las alas, por ejemplo, están hechas para flexionarse sin romperse, igual que las palmeras. De hecho, durante las pruebas de certificación, se doblan las alas a niveles increíbles para verificar su resistencia.

Los aviones pasan por ensayos de fatiga estructural, pruebas de vibración y simulaciones de impactos climáticos que garantizan su seguridad incluso en situaciones que jamás vivirán en vuelo. Todo está sobredimensionado por seguridad.

Para tu tranquilidad, el avión está diseñado para soportar las turbulencias y construido con materiales que le permiten volar a través de ellas con total seguridad, molesto si, pero absolutamente seguro.

¿Cómo los pilotos manejan en las turbulencias?

Piensa en un viaje largo de vacaciones, hoy te toca ir de acompañante. Es un poco incomodo cuando sabes manejar y disfrutas de tomar las decisiones. Seguramente si vas en el asiento trasero vas cabeceando para ver hacia adelante como va todo cada tanto. Eso es porque perdimos el control de lo que pasa, pero si confiamos en el conductor, nuestra ansiedad disminuye hasta el nivel cero.

Uno de los factores más tranquilizadores en un vuelo debería ser que saber quién va al mando del avión ha recorrido un largo camino para estar allí. Los pilotos comerciales están entrenados durante años, y una parte clave de su formación es cómo hacer frente a una turbulencia.

Las aeronaves comerciales utilizan radares meteorológicos para anticipar las turbulencias en su camino, se comunican con otras aeronaves para recibir avisos, y ajustan la altitud o velocidad si es necesario. Además, están en constante contacto con los controladores de tráfico aéreo y con datos meteorológicos actualizados. Nada queda librado al azar.

Para los pilotos, una turbulencia no es más que una molestia operativa, tan incomoda y desagradable como la que sentís en tu asiento en la cabina de pasajeros. Al encontrar áreas de turbulencias los pilotos hacen lo mismo que nosotros en la ruta, si los baches son pequeños los pasamos sin problema, si son grandes cambiamos la ruta para evitar daños y los pasamos en forma más cuidadosa. Pero cuando el camino es imposible de transitar cambian de ruta simplemente por seguridad.

Los diferentes niveles de turbulencia

Así como no todas las turbulencias son iguales, cada uno de nosotros las sentimos y procesamos de distinta manera. Si bien nuestra percepción está condicionada por nuestra historia y lo que le permitamos a nuestra imaginación, la verdad es que son pocos los niveles que usamos en la aeronáutica para diferenciarlos.

Haciendo un consenso de opiniones llegamos a una clasificación muy clara:

  • Ligera: apenas se siente un bamboleo. Son movimientos de aire muy suaves, que si bien nos alteran por los pequeños movimientos ascendentes y descendentes del avión son soportables, casi idénticos a los movimientos de un auto en subidas y bajadas en la ruta.

  • Moderada: puede incomodar, pero el control del avión no se ve afectado. Ya son las que realmente nos molestan un poco, nos provocan movimientos más notorios y esa sensación de querer agarrarnos del asiento. Si los pilotos advierten que duraran unos minutos nos recomendarán mantenernos sentados con cinturones ajustados.

  • Severa: son sacudidas fuertes, pero tranquilos, el avión sigue volando con normalidad. Este tipo de turbulencia es la que se detecta en los radares y los pilotos corregirán el rumbo o cambiarán la altitud para minimizar su impacto en el vuelo. El servicio de abordo se suspende por seguridad y los letreros de ajustar cinturones se activan.

Algo que tenemos que tener en claro es que incluso al atravesar una turbulencia severa, esa que nos puede asustar como pasajeros, raramente causa daños en la aeronave. El mayor riesgo es no llevar el cinturón abrochado y sufrir una lesión menor. Por este motivo es que se suspenden los servicios en el avión y se minimizan los movimientos de personas en la cabina o baños, todo es por tu seguridad.

Por esto puedes estar tranquilo, el avión no está en peligro, pero tu bebida, quizás sí.

Casos reales de vuelos con turbulencias severas

Vamos a ser sinceros, en las redes sociales y noticieros las imágenes del interior de un avión atravesando una turbulencia severa son impactantes y generan mayor miedo y por este motivo se convierten en virales y de hecho venden más...

Soy consciente que estos relatos pueden impactarnos en forma negativa ante un vuelo que tengamos programado, pero sabiendo que hay muchos reportes de vuelos que atravesaron turbulencias severas, incluso con sacudidas violentas. ¿Sabes cuál fue el resultado más común? Ningún daño estructural al avión. En la mayoría de los casos, los únicos afectados fueron pasajeros sin cinturón o el carrito del catering volando por el pasillo.

Cuando hablo de daños estructurales me refiero a aquellos que inutilizan al avión, si, se que viste caer algunos bolsos del portaequipaje, como se desprendieron paneles decorativos del techo del avión y carros de servicio desparramando su contenido, pero un daño en la estructura del avión es realmente mínima.

Para reafirmar lo que te estoy contando vamos a los datos ciertos que tenemos a mano y podemos corroborar. Según la NTSB (la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU.), menos del 1% de los incidentes graves en aviación se deben a turbulencias. Y ninguno fue causa de un accidente fatal en las últimas décadas en vuelos comerciales.

¿Las turbulencias afectan la seguridad del vuelo?

Estas a punto de subir a un vuelo y a lo lejos ves unas nubes que se ven amenazantes. El primer pensamiento es que será un "vuelo con turbulencias" y tu instinto de supervivencia activa emociones primitivas en tu cerebro.

Hablando de lo básico, el avión necesita del aire no para respirar, pero si para poder generar sustentación en sus alas a partir de la velocidad del mismo. Las alas del avión se configuran de acuerdo al momento del vuelo para poder vencer su peso y volar (de esto hablaremos otro día) pero realmente no importa mucho si el aire es turbulento o no, solo que esté en ciertas condiciones y podamos tener velocidad.

Que nos quede muy claro, un avión vuela no porque el aire esté "calmo", sino porque su diseño aerodinámico le permite generar sustentación. Las turbulencias pueden mover al avión momentáneamente, pero no lo sacan de su trayectoria ni afectan su estabilidad general.

Una forma de imaginarnos esto es tal cual como se mueve un barco por el mar, con calma todo es tranquilo y placentero, con algunas olas un poco más movido y frente a una tormenta la habilidad del capitán y el diseño del barco brindarán la seguridad que se requiere para estar flotando, igual que la sustentación.

Tanto las alas como los motores están seguros con múltiples capas de protección, y el fuselaje está construido para resistir incluso cargas asimétricas estructurales, pero como hablamos antes, con su flexibilidad bien estudiada y comprobada.

El avión puede "moverse en la turbulencia" con total libertad, pero siempre está en control.

Mitos comunes sobre las turbulencias

Uno de los mitos más arraigados y populares es que el avión puede "caer del cielo" durante una turbulencia. Falso. Lo que se percibe como una caída es apenas una pérdida momentánea de altura, de uno o dos metros, imperceptible para la estructura, pero perceptible para los sentidos.

En realidad lo que sentimos es una variación de nuestro peso, producido por el movimiento ascendente o descendente del avión, es esa sensación de pérdida de peso que sentimos en una hamaca desde niños y el mayor peso o arrastre al disfrutar de unas vueltas en el juego de "Samba". Si, se que la sensación en nuestro cuerpo es la misma pero muy distinta dentro del avión.

Otro mito muy común es confundir la turbulencia que se produce en el aire externo del avión a una falla estructural del equipo. Realmente no tienen nada que ver una con la otra. La turbulencia es el aire moviéndose por causas naturales y condiciones de temperatura, humedad y vientos, pero eso no significa que el avión esté mal.

Pero el mito que más escucho es el de los famosos "pozos de aire" donde caen los aviones. Si prestaste atención a lo que venimos hablando sabrás que es el efecto de la turbulencia. Si eres incrédulo a mis palabras te invito a tomar una pala de punta y hacer un pozo en el aire... ¿suena raro no?. Así que comencemos a hablar con conocimiento y seriedad sobre las turbulencias y como se producen.

Consejos para manejar el miedo a las turbulencias

El miedo que experimentamos en un vuelo con turbulencias es real, tengamos en cuenta que estamos alejados de nuestro medio natural, la tierra, donde nos sentimos seguros de por si. Si hubiésemos sido creados para volar tendriímos alas seguramente, así que tenemos que convivir con esta sensación aunque no tengamos fundamentos técnicos. Por eso, el abordaje emocional es fundamental.

Aquí te dejos algunas herramientas que seguramente te van a ayudar:

  • Técnicas de respiración consciente: inhalar por 4 segundos, mantener el aire por 4 segundos y exhalar en 4 segundos (técnica 4-4-4). Con este método vas a poder centrar tu atención en algo vital y propio, tu respiración. Es muy importante que mentalmente cuentes mientras realices el ejercicio para poder dejar pasar de lado los pensamientos perturbadores mientras respiras tranquilamente. Tu cuerpo y mente lo van a agradecer.

  • Visualizaciones positivas: imaginarte en tu lugar de destino, relajado, ya disfrutando de una vista espectacular, de un baño relajante y poder descansar después de este exigente viaje. Esta técnica te proyecta al futuro cercano y al propósito de tu viaje. Deja que los pensamientos negativos pasen de largo, tu estás para disfrutar de la vida.

  • Cinturón siempre abrochado: simple y efectivo. Evita lesiones y da sensación de seguridad. Permitidme una pregunta, ¿en tu automóvil viajas con el cinturón de seguridad siempre colocado?, entonces porque en el avión que viaja casi diez veces más rápido que tu auto te das el lujo de soltarlo. La sensación de seguridad debes fomentarla y compartirla, realmente la diferencia entre el cinturón colocado o no es mínima para tu cuerpo, pero ante una turbulencia repentina te aseguro que vas a dar las gracias a este consejo. El cinturón siempre abrochado.

Un consejo de zorro viejo, conversa en confianza con la tripulación si te sentís nervioso. Ellas/os están entrenados para acompañarte y brindarte seguridad en el vuelo, pero ante nada son tan humanos como vos y como si fuera poco están en el mismo vuelo acompañándote, pero con una experiencia mucho mayor a la que vos tenes.

¿Sabías que en el avión las turbulencias se sienten menos en algunos lugares?

Si bien las cabinas de pasajeros se distinguen por las clases (turista, ejecutiva, primera, premium, etc.) el valor del pasaje no te asegura un vuelo mas calmo que otro, si un espacio mayor y un servicio distinto, pero el avión se "mueve" en el aire para todos los que allí viajan.

Más allá de esto por cuestiones físicas existen lugares en el avión donde los movimientos se minimizan, imagina un sube y baja, si ese juego de plaza que disfrutamos de niños, cuanto más cerca del punto de pivoteo te encuentres menor será tu desplazamiento, si están en la punta llegarás más alto, pero en el centro casi no te moverás.

En el avión pasa lo mismo que en el sube y baja, los asientos sobre las alas o cerca de ellas —en el centro del avión— son los más estables. Allí el movimiento se percibe mucho menos que en la cola o trompa, por ejemplo, ya que nuestro desplazamiento al ascender o descender es mucho menor.

En lo posible, si tienes ansiedad al volar, trata de evitar los últimos asientos, en lo posible elige el asiento de la ventanilla que te da un punto de referencia visual mientras disfrutas del vuelo. También te permitirá llenar tu mente de paisajes sobre las nubes y disfrutar del diáfano cielo en primer plano.

Recuerda que tu experiencia cambia con solo mover unos metros de ubicación, pero se transforma con una actitud positiva ante lo que vas a experimentar..

Avances tecnológicos para predecir y minimizar turbulencias

Hoy la tecnología en general ha avanzado en forma acelerada, pero en la aviación las herramientas con las que contamos seguramente te van a asombrar. Sin ir muy lejos ahora mismo tienes en tus manos la información en tiempo real de los cambios atmosféricos con predicciones mucho más certeras.

En el área aeronáutica disponemos de radares meteorológicos pueden detectar cúmulos, frentes de tormenta y zonas de turbulencia en una forma inimaginable. Además se cuenta con la información vía satélite de las condiciones en todo el vuelo con alertas para mantener el vuelo seguro en todo tiempo.

A su vez cada avión cuenta con radares meteorológicos que muestran a los pilotos que tienen por delante en tiempo real y poder tomar decisiones con mayor información y previsibilidad.

Además, se están utilizando sistemas de inteligencia artificial que analizan millones de datos en tiempo real para recomendar rutas más suaves y seguras. Algunas aerolíneas ya integran alertas automáticas que avisan al piloto minutos antes del encuentro con una turbulencia.

Como podes ver, cada día volamos más seguros y con menos sobresaltos.

Volar con confianza es posible

Las turbulencias son incómodas, molestas, cansadoras y desgastantes. Pero tenemos que tener muy en claro que no representa un peligro para un vuelo seguro. Son parte del viaje, como el oleaje en un barco o el empedrado en un auto, así de simple.

Los aviones están diseñados y construidos para experimentar las turbulencias. Los pilotos se entrenan en simuladores y en su propia experiencia de miles de vuelos atravesando los cielos nubosos. Lo que necesitas ahora es sumar vos herramientas para calmar tu mente y cuerpo para poder volar con confianza, tranquilidad y disfrutar del vuelo.

Si esta nota te sirvió, puedes compartirla con alguien que tenga miedo a volar. Y si quieres ir más allá, te invito a conocer mis programas de acompañamiento y cursos donde trabajamos el miedo desde la comprensión, el conocimiento y el poder personal.

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